jueves, 19 de abril de 2012

¿ Qué puedes hacer en tres segundos ? : Ensayo sobre Liderazgo Emocional

Imagino que usted; con una alta probabilidad provenga o resida en un país hispano hablante. Desde México; en las orillas de Río Grande hasta Panamá de Panamá, desde Caracas hasta Sao Paulo, o desde el mar Caribe hasta la última placa de hielo en Malvinas. Desde los Pirineos hasta Gibraltar, contando con el archipiélago tanto Canario como Balear. Y  agradeciéndole infinitamente su tiempo, me atrevo a utilizarle a usted, para poder exponer las ideas que aquí divulgo.

Le cogeré a usted amigo Mexicano. ¿De acuerdo? .No es nada grave, créame, si no lo desea, no continúe leyendo. Es usted libre. 

Gracias. 

La dinámica sirve  de igual forma para quien provenga de Cartagena o Hanói. De Addis Abeba o Valladolid. De Astana Missouri. De Seúl o Ciudad del Cabo. Pero el ejemplo requiere cierta puntualización. 


Pues bien, querido amigo mexicano, le he traído hasta aquí para decirle que   es usted una pobre desgraciado, que no vale nada. ¿Lo sabía? No tiene nada. La gente en su país se mata por unos cuantos dólares en el norte y el gobierno ni se inmuta. Gente que ni si quiera tiene donde caerse muerta. Si. Así es, pobre desgraciado. México. Un mísero país que no vale, más que su posición por debajo de Norte América para ser la aduana de la droga. Eso es usted. Un pobre transportista, querido amigo mexicano. Cabrón.

¿Cómo se ha sentido?  Probablemente se haya reído. Algo de incomodidad sí, pero no ha llegado a sentirse ofendido. Lo sé


 Y le ruego me disculpe. No tengo ninguna intención, más que de provocar en usted una reacción. Precisamente eso. Una reacción. Una llamada a su atención. 

Sigamos

 Y el ejemplo puede empelarse tanto a niveles nacionales, internacionales, más específicos, como de un entorno personal.

¿Qué quiero decir con todo esto? Hace  no mucho tiempo, no mucho  ciertamente; nuestro protagonista se enfrentó a una situación similar, aunque en un escenario completamente diferente. Una situación real, ni literaria, ni moldeada, ni maquillada, ni exagerada, ni demagógica, ni sesgada, ni expuesta de manera ficticia en un blog de a saber quién. Completamente real, como la vida misma.

La panorámica del visor nos presenta a nuestro protagonista, José. José es  un joven de 21 años que vive desde hace 15 en Santander, una hermosa ciudad costera al norte de España. Después de terminar la secundaria en la escuela pública pasó a ayudar a su tío Francisco y su madre a emprender un negocio de relojería y reparación, lo cual siempre había sido una tradición familiar. El se dedicaba a las grabaciones y dedicatorias de relojes por encargo. Llevaba una vida tranquila y había decidido ahorra para poder poner su propia tienda de teléfonos y ordenadores, que según él, eran el futuro.

Como todos los martes y jueves de 5 a 7 pm José se dirigía a su entrenamiento de 35 minutos  de trote lento con pendiente al 3% en la cinta y 25 minutos en las bicicletas estáticas del pabellón B del Polideportivo Hacienda, a dos manzanas de la tienda  de repuestos de relojería donde trabaja. Habiendo terminado su plan  de cuatro horas semanales de ejercicio cardiovascular aquel jueves, de hace no mucho tiempo,  José, extenuado, se dirigió al vestuario de la sala del gimnasio del pabellón coincidiendo con otro grupo de jóvenes del equipo supletorio de Rugby de la provincia, que siempre no solían entrenar en esas instalaciones.

Como tantos otros jueves alrededor de las 7:17 pm, tras atravesar la puerta del vestuario, José sentía como llegaba , al verse en el reflejo del espejo, una sensación corporal de haber cumplido con la tarea . De haber terminado y completado su jornada. Una sensación de auto agradecimiento. 

Sin embargo, José, mientras se disponía a preparar su toalla para ir a las duchas,  vio perturbada su tranquilidad al oír, entre alaridos y risas, una voz del tumulto del grupo de rugby del club, al cual realmente nunca presto total atención, increpaba a su país, México, con comentarios que de repente le zarandearon repentinamente los oídos y golpearon brutalmente en la mente en ese momento. 

¿Pero si México no tiene nada? Escucho que decía una voz fuerte y ronca. Si son unos putos desgraciados que nunca han tenido nada


Parecía  no estar pasando. Parecía ser una sensación ficticia. No podía estar ocurriendo delante de él, ¿Por qué dice eso de México? ¿Por qué lo dice riéndose? Al fijarse veía como reía un enorme y corpulento hombre desnudo mientras intentaba buscar la complicidad en sus compañeros¿Quién es ese tipo? ¿Qué debía de hacer frente a tan infame increpación? No podía soportarlo. 



Se sintió completamente extraño. Nunca habría pensado escuchar ese tipo de cosas de gente adulta. Su calma estalló en pedazos. Sus manos empezaron a temblar. Aquel comentario, que ni siquiera había podido enmarcar en algún contexto, le desencajó de cualquier tipo de estabilidad.  En pocos segundos, podía ver lentamente la risa de aquel hombre. Y veía como aquel miembro del equipo de Rugby, riéndose, abandonaba el vestuario llevándose la mochila a la espalda antes que él hubiese podido reaccionar pedir algún tipo de explicación a tales palabras , tan primarias y calificativos que no eran propios de nadie. 

¿Putos desgraciados? ¿Qué México no tiene nada? ¿Qué? En ese momento pasaron por su mente las principales ciudades: Toluca, Tepotzotlán, San Cristóbal de las Casas, Guadalajara, Octavio Paz, Mario Moreno, Roberto Gómez Bolaños, Teotihuacán, Tepexpán, Maná, y hasta los Mariachis y, el tequila y los tacos. ¿Qué diablos? ¿Cómo que México no tiene nada? ¿ Quien es el puto desgraciado? 

Lleno de ira e impotencia sucedió lo siguiente:
  
  1.  Se vistió rápidamente, cogió su cinturón de cuero con evilla y fue tras aquel hombre que gratuitamente había insultado a él y a su país; a pedirle explicaciones, lleno de ira y con razón
  2.  Se levantó y se le acercó y reaccionó mirándole fijamente, pidiéndole sin emplear ningún insulto manera contundente y rotunda  que retirase ese comentario inapropiado, poniéndole en ridículo frente a sus demás compañeros.
  3. Se quedó inmóvil sin hacer nada durante unos segundos y tras respirar de manera profunda, se marchó a la ducha.
Veamos que pasó:

El Liderazgo  es una amplia gama de herramientas que parten desde una única premisa. 

Para poder liderar nuestras circunstancias, hemos en primer lugar de abordar la situación, el escenario en el que nos movemos.

Y ese es nuestro punto de partida. Pero todo aquello que diré ahora es condenadamente complejo si el lugar de ser José, hubiese sido usted quien se hubiese visto en tal situación. En un país que no es el suyo. Rodeado  por personas físicamente más fuertes que usted. Y  sin habérselo esperado. Algo rotundo. Que aparece instantáneamente y le desencaja de  todo equilibrio. Usted se siente comprensiblemente ofendido. Insultado. Increpado con los más bajos calificativos. Y además está usted sólo. No tiene a nadie más que a su mente y un cinturón. ¿Qué letra hubiese elegido usted? O mejor aún, que letra es usted.

Desde dicho punto de partida, la propuesta de Liderazgo a nivel emocional y situacional  pretende exponer la ingente utilidad de procurar recurrir en primer lugar a la reflexión inmediata, desde la calma. Abordar y abrazar una situación. Dominar sus pliegues. Y permitirse una comprensión completa de todo hecho circunstancial que nos procure o evoque una emoción más que notoria. Algo no común nos permite conocernos mucho mejor.

Autoanálisis en el primer segundo 1``

José en el primer segundo, pensó o pudo pensar que:
  •  Nosotros, las personas, somos seres completamente emocionales. Y en gran parte, tenemos diariamente dentro de nosotros mismos, un ego sobre alimentado que nutrimos a diario con  cultura social, con  moda, con nuestra propia autoimagen dentro de un conjunto y el rol que desempeñamos en él.
  • Somos seres con orgullo. Y el orgullo es una validación, cada vez más sobre dilatada  de ese ego = necesito ser aceptado y valorado , lo cual  tiene que estar vigente y hambriento de reconocimientos ( desde las notificaciones en las redes sociales, la capa extra de  maquillaje, en proporciones sanas, hasta comportamientos que rozan la parodia  de nosotros mismos
  • Somos seres impulsivos. Poseemos una glándula que segrega cortisol, sustancia que no ha evolucionado como la tecnología y  que antiguamente nos permitía reaccionar ante fieras y correr o atacar rápidamente. Además de creatina y otras hormonas que propician impulsos rápidos. Sin ellos, no podríamos haber sobrevivido y sobrepoblado el planeta. Solo lo comento.

Conclusión: 

No nos extrañe que en mayor o menor medida, dependiendo del grado de autocontrol que posea, la reacción hubiese sido de protección del ego y de su identidad como una parte que conforma a un grupo y posee un rol en él, o de huída desde el miedo y la evitación del riesgo. Sin embargo ambas emociones son claves para su análisis y concepción en ánimo de ir un poco más allá, y auto definirnos.

Análisis del entorno en el segundo  segundo 2``

José, en el segundo segundo, de acuerdo con el entorno , pudo o no recordar que 

  •  Con permiso de la estadística, un jugador de Rugby, en tal situación,  es un ser irreflexivo. Que en función de la tormenta de pensamientos que invadan su mente, puede expulsar o vomitar cualquier valoración.

  • Un escenario como un vestuario de chicos, y no un parlamento,  da pie a que todo aquello que se diga, es válido, y es merecedor de la risa o la complicidad/aprobación y valida a nuestro grupo y nos distingue. Todo cuanto se comente si  evoca la valoración de otro conjunto distinto, suele ser aceptado. Así lo hacen los hinchas de un equipo de futbol, así lo  hizo Hitler frente a los judíos o Fidel Castro frente al imperialismo. A nivel macro, es una de las bases del populismo.

Análisis hipotético de razones en el tercer  segundo 3``

  • Las valoraciones de aquel individuo respondan o descansen  en justificaciones de vinculadas al deporte. Puede haberse referido a “no tiene nada” por  un equipo de Rugby. Probablemente haya venido de una derrota frente a México o los mejicanos. Es algo más que probable, comprensible y sano.

  •  Cada persona, individuo,  es un producto hecho de su educación. Es un conglomerado de su etapa empírica en la niñez y adolescencia y la educación y formación en valores y conocimientos académicos obtenidos. Y de qué forma tal aprendizaje ha revertido en consecuencias positivas o negativas en sus logros y fracasos. Cada persona es su propio aprendizaje que le ha funcionado o llevado al fracaso.( Si a usted le  funciona pagar menos en el supermercado cuando viste pantalones verdes o gritar para que le respeten , lo hará)

 Reflexiones desde el Liderazgo

Una vez condensadas todas estas ideas en tres segundos, el Liderazgo Emocional, invita a contemplar que abordar la situación y el requerimiento de una comprensión integral de nuestro propio yo es la vía más rápida y eficiente para tomar decisiones acertadas  en toda ocasión en la que nos expongamos a choques o shocks como el descrito.

Seguidamente, poseer de manera perpetua un filtro de dos o tres segundos de silencio en el cual podamos tamizar todo cuanto recibimos del exterior en función de su trascendencia a largo plazo. Me explico.
 
Las personas siempre, por el propio ritmo de vida que tenemos, comúnmente deseamos soluciones inmediatas. Ya sea con una dieta, que esperamos en 4 semanas tener una figura moldeada. O con una actitud violenta, intentando obtener respeto a costa del miedo.

Sin embargo este comportamiento nos aleja de soluciones que perduren y cuyas repercusiones trasciendan a nuestras medidas. Si hubiese elegido la opción 1) de coger el cinturón e ir en su búsqueda a hacer justicia, hubiese duplicado aquello que en un principio rechazó. EL  Dolor. Y ello hubiese generado tensión, violencia, descontrol. “Cómo vuelvas a decir eso  de México te mato”. ¿Garantiza usted que en el resto de los días que le quedan a aquel hombre, hubiese aprendido la lección? Créame que todo lo contrario. Se lo garantizo. Y así como se explican las guerras, los enfrentamientos, las disputas, las trifulcas, la venganza, los delitos de violencia, las separaciones, etc. Simplemente porque no sabemos que estamos diseñados socialmente para que busquemos soluciones inmediatas a costa del miedo-yo soy más grande/más fuerte que tú. No obstante, no somos conscientes de que en realidad lo que buscamos es la solución perpetua y eficiente a largo plazo. 

Si usted hubiese elegido la opción 2) pedir con respeto pero con contundencia, hubiese sido socialmente aceptado. Hubiese hecho usted lo correcto. Habría llegado a su casa, satisfecho “No permití que se dijera eso delante de mí”. Y hubiese dormido tranquilo
El liderazgo no busca hacer lo correcto. Busca la eficiencia y la efectividad  de manera que toda medida genere un cambio y que este perdure. 

Si finalmente usted  se hubiese decantado por la opción 3)  se hubiese otorgado tiempo suficiente para abordar la mayor cantidad de pliegues y ángulos de la situación. Hubiera tenido tiempo para poder preguntarse ¿Cuál es la trascendencia de este comentario? ¿Es en realidad el sentir de los españoles con México lo que yo acabo de oír? Rotundamente No. ¿Representa este comentario y lo que yo siento, todo lo que en esos 15 años ha recibido José de Santander? ¿Es México un país que no tiene nada? ¿Son los mexicanos unos desgraciados? Está claro que no. Simplemente es uno de los muchos comentarios que se dicen y se dirán de manera aislada y que ello no cambia ni condiciona la realidad, sin que uno realmente deje  o permita que todo lo que se diga o haga , verdaderamente le ofenda y provoque. Depende sólo de usted. La situación siempre va a ser suya. Recuérdelo



La búsqueda de un razonamiento que transcienda en el tiempo y que perpetúe como un shock mediante una reacción que radique en la búsqueda de la eficiencia es uno de los pilares del Liderazgo emocional.
Conocerse. Abordar el entorno. Entender la situación. Y buscar la mejor solución a largo plazo es una herramienta que tan sólo te costará 3 segundos. Créame, la mente humana es más rápida que la propia reflexión sobre la misma. 

Habrían podido evitarse miles de muertes, guerras, enfermedades, hambrunas y demás miserias que azotaron las mentes de un gran número de dirigentes en este último siglo y revertieron en millones de muertes y pérdidas. 

Evítese usted   una. Aunque la espera sólo te cueste eso. Tres segundos.


Malrc