Podría empezar por la cultura, por la historia, por ubicarnos en el mapa
del viejo mundo, por recordar aquello que hemos visto, leímos y lo mucho o poco
que sabemos. Podríamos irnos a este último mundial o a otros momentos, donde
Alemania se propuso ser el centro del mundo. Y si podemos viajar gratis, o a un
precio mucho más económico ¿Por qué no vamos a hacerlo? – Herzlich Willkommen zu
ihrer Mitfahrgelegenheit!
Sin ánimo de idealizar, cristalizar, crear distancia y estigmatizar o llevar al
extremos realidades alcanzables y con
medidas de prevención para ello, esta
vez hablaremos de esta costumbre a la que cada vez más alemanes se están
acostumbrando.
Desde Cajamarca a Trujillo por 10 soles, desde Buenos Aires a Rosario por
110 pesos argentinos , desde Valparaiso a Concepción por 8000 pesos chilenos o de Mexico DF a Monterrey por 180 pesos
mexicanos, quizás en realidad eso signifique no tener precio. Posiblemente, esta idea, que se ha hecho un sólido
e importante campo en las posibilidades de viajar en Europa y en Alemania es
una creciente y más que utilizada forma de trasladarse, os sirva de referencia,
alternativa, o, sencillamente cause algo de atención o gracia a su respetable
curiosidad. En España la peña le llama “compartir
coche”, en Estados Unidos “let´s take a ride ” en Francia los
gabachos le conocen como “ covoiturage ”y
en Italia, en Italia no lo sé, porque aún no viajé así por allí.
Es algo tan sencillo y simple como la prominente posibilidad de que en la
actualidad, exista más de una persona,
que vaya a realizar en tiempo y espacio, coincidiendo con tus
expectativas de punto de partida y destino, el mismo trayecto que tú. ¿Y de qué
modo se aprovecha dicha y dichosa realidad? Una web, un destino, una fecha y
listo. Contacta en un clic con tu gemelo
de trayecto. Y así viajamos desde Munich hasta Berlin, desde Würzburg hasta
Hamburgo o desde Frankfurt hasta Madrid por precios que ninguna entidad privada
o pública tendría opción de competir. Y es allí donde radica su éxito, en que
no se trata de un servicio con ánimo lucrativo, mas si el aprovechamiento
máximo de algo que sí o sí se va a realizar, y del que solamente puedes en el
peor de los casos, hacerlo sólo. Páginas en Alemania como www.blablacar.de, www.mitfahrgelegenheit.de me dejaron
boquiabierto cuando a mi confianza y mi
prudencia una tarde nos apareció en el punto y la hora exacta, un auto con un
conductor que decía, iba o pasaba por el mismo punto que yo.
Y en el trayecto, además de disfrutar por aquella sensación que recorre tu
cuerpo cuando obtienes un precio inmejorable por un servicio que te beneficia
tanto a ti como a quien lo pagas, decidí documentar estas mariposas en el
estomago, frente al paisaje del autobahn[i].
Desconozco y está lejos de mi alcance, la penetración de esta práctica o
manera de viajar en otras partes del mundo
o si está más o menos extendida, pero por la obligación que me inculcó Zambo
Cabero en sus canciones, aquí se las remito, publico, ofrezco e invito.
Obstrucciones culturales, inflexibilidad mental, desconfianzas, mecanismos
de difusión, o alguna idea que aún no cuaja, pueden ser barreras que impidan
esparcir esta práctica .Quizás. No les digo que no. Pero ¿aminoraría el tráfico?
¿Reduciría los atascos? ¿Contribuiría al medio ambiente? ¿Sería amigable con
bolsillos viajeros llenos de ganas de conocer y escasos de monedas? Wer weiss … wer weiss[ii]…
Pero conocer y saber que sucede en el mundo, es un buen punto de partida, para
preguntarnos o cuestionarnos la simple idea de que aquellas culturas avocadas
al pragmatismo, respetuosas con la puntualidad, facilitadoras mentales y serias con el compromiso de aquello que se
dice que se hará, son las que más logran avanzar, y en este caso como Alemania,
hasta ganan mundiales de Futbol – Also, fährst du mit? [iii]