Lo cierto, y muy parcialmente correcto, se puede englobar en la propia textura de mis intenciones, si al mirar hacia el cielo puedo aun sentir tu necesidad, que me grita, llanto que se hace un susurro al lidiar con la distancia.
Leo a Galeano y reflexiono. Y me sorprendo que aun sigas viva y no te hayas tiradu di cabisa por el puente, antes del último suspiro. Pero quizás la propia linea literaria de seguir al que esta adelante y que me siga el va detrás, me obliga a salirme de la fila y caminar al paralelo para que en la postre me seduzca el oblicuo y perderme en la locura de lo inusual.
No es completa-a mi pueril criterio de punto ínfimo en Europa- la conducta de las líneas de Walsh o Martí, ni si quiera llegarían a mirar desde lo alto este petizo ensayo paupérrimo en su clase , foráneo y occidental, pero derrepente denunciar una nostálgica realidad que llega y nace desde lo deplorable hasta lo mas poético, no es realmente el fin, la solución a vuestras fotografías de la sociedad latinoamericana. Siento que hay una necesidad de actividad verbal, un anhelo por la denuncia dialogada , y el menester que encierra millones de suplicios de la lluvia de opciones e ideas de mejorar, en la sequía por la que mi chacra atraviesa desde ayer por la tarde , hace unos quinientos años. Responder a los finales de sus obras, quizás seria poner de pie al indio de sus mundos anchos y ajenos.¿Es una procaz llamada de atención?. No. Es un “conchatumadre” a la pasividad del intelectual resignado afincado en Madrid, que resulta interesante en las entrevistas a las 18 antes del telediario y opina de los destrozos que hacen los orangutanes verdes en mi linda selva.
Yo continuo de ti enamorado, embelesado por tu belleza resistente a las fétidas miasmas de la occidentalización, y moriré de ello, de tu lindura de mujer sensual en cada una de sus expresiones. Esto es una carta de amor a ti, un bálsamo temporal que acalle las habladurías de los chismosos que malversan que te he olvidado. Que miro a otras. Sigo aquí , en el exilio de tus labios , bella y hermosa, latinoamérica.
Malrc
Pamplona- Abril 2011
<< Hace ya tanto tiempo que camino este camino sin pensar, hace tanto y es tan poco el que diran. Confundo timidez con ganas de no molestar ni por favor >>
Si tiras el anzuelo y pezcas un mes de Mayo cuatro años despues en Baden Württenberg , y antes picó algo por Leyton Stone , terminas por justificarlo casi todo. O todo.
¿ Lees a Galeano ? O a Martí . O a Menchú y Mareátegui. O ya esas enérgicas ganas de decirlo todo y hacer como que se puede hacer todo se han dispersado en cada lugar donde dejaste parte de la ilusión. Esta prosa confusa e intencionádamente enrevesada entre << realidad mágica >> y dos o tres autores quieren encontrar el orden no sólo en la escritura, si no también en el suelo que pisas y el idioma que hables.
Desempolvando las intenciones, veo que queda aun mucho por completar todas las promesas hechas que esperan por tí, entre jasmines y flores, ser recogidas. Tras la cosecha del esfuerzo y berbecho. Escribir hoy por hoy sobre la realidad social latinoamericana es mas que un reto, es una necesidad auto impuesta y mirarla con madurez, una responsabilidad de respeto. Y al hablar, decir algo que sea mayor a la alternativa de no decir nada, y evitar llenar de rodeos un único mensaje claro. Estamos aquí por tí, yo y todas, todititas mis intenciones.
Yo
continuo de ti enamorado, embelesado por tu belleza resistente a las
fétidas miasmas de la occidentalización, y moriré de ello, de tu lindura
de mujer sensual en cada una de sus expresiones. Esto es una carta de
amor a ti, un bálsamo temporal que acalle las habladurías de los chismosos que malversan que te he olvidado. Que miro a otras. Sigo aquí , en el exilio de tus labios , bella y hermosa, latinoamérica.
Pero tras estos años, solo pido darte algo. Ya no quiero sorprender a nada, ni a nadie.
Seguiremos trabajando en ti. Aunque contigo no haré hablar a mis versos, si no a los logros que consiga
Pero tras estos años, solo pido darte algo. Ya no quiero sorprender a nada, ni a nadie.
Seguiremos trabajando en ti. Aunque contigo no haré hablar a mis versos, si no a los logros que consiga
Markelsheim - Mayo de 2014
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