Sé que puedo empezar a caminar en superficies pantanosas donde el riesgo de caer en las profundidades del autodidactismo ahogarían la finalidad de mis opiniones: recoger mis puntos de vista y compartirlos al mundo.
En la actualidad mi posición a nivel laboral-académico puede resultar cómoda. Plácida. Haciendo una lectura lineal podría decirse que el lugar en donde habitan hoy mis días, es un compendio de la fortuna y la valentía, además de paupérrimos méritos académicos.
Pero como siempre he intentado , vayamos un poco más lejos y profundicemos acerca de la realidad de alguien que empieza a percibir de un modo frontal, la naturaleza del funcionamiento empresarial. La idiosincrasia de una corporación y examinar las vísceras de una organización.
Una empresa u organización, desde la invitación de la profesora (omitimos el nombre propio) que imparte esta asignatura llamada “Organización y Admón. de Empresas” , si la memoria no me olvida, podría describirse como un conjunto de recursos, tanto humanos, físicos e intangibles, un sistema que procesa inputs de una manera organizada, y que busca un fin y un objetivo concreto
Ahondando más allá, nos insertamos en la realidad actual. Las empresas compiten. Coexisten y el cometido a gran escala sería vencer en dicha competición a sus contrincantes en una misma industria. Bien.
Desde ahí, aparece un concepto aparentemente útil. Una herramienta al servicio de propiciar información que nos permita comparar la situación de tal trayectoria hacia el objetivo: La productividad.
Cuantos recursos tienes y que producto final has conseguido con dichos recursos. Es decir, es la relación entre lo que necesitas para hacer y lo que terminas haciendo. Un árbol como materia prima destinado a la fabricación de diez mesas en 8 horas con una máquina a dos turnos al día 360 días al año me arroja una determinada producción anual. Pero y si alguien emplea 3/4 partes de un árbol y obtiene la misma producción será más productivo, más competitivo, tendrá opción a reducir sus precios aumentará sus ventas, tendrá un margen de beneficio mayor y podrá invertir por ejemplo en una máquina que emplee ½ árbol para cada unidad de producto. Será : más competitivo y terminará desplazándo a sus competidores al vacío páramo de la desolación.
Interesante.
Una vez esbozada, pincelada la significación de dicho concepto, hablemos ahora de la productividad, no de la máquina ( hora máquina) no de los recursos, no de la tecnología. Hablemos de la productividad: hora hombre.
¿Somos en realidad capaces de medir nuestra productividad? ¿Estamos convencidos de que podemos delimitar cual puede ser nuestro verdadero rendimiento? ¿Es cierto que si un abogado trabaja 8 horas y obtiene 5 contratos podría tener una productividad de 5/8 contratos-hora?
Asisto desde hace un tiempo a uno de las mayores y mejores escenarios sobre el concepto de la productividad y su estrecha vinculación con la crisis por la que atraviesa Europa y ; en general podría atreverme a señalar que desde allí, se pueden derivar explicaciones fehacientes sobre la situación actual del mundo que nos arrastra en sus giros diarios, si nos aferramos a la noria de la " nutación" .
La productividad de un trabajador o labor refleja una respuesta directa que parte desde su propia motivación. Tener un motivo. Algo que genera un movimiento. Antónimo de quietud. ( Algo así nos dejó Albert Einstein : No esperes resultados distintos si sigues haciendo lo mismo ) Algo que se mueve, va hacia un sitio. Se dirige a otro lugar. Diferente.
Es la manera en la que se materializa su modo de validarse como parte de un objetivo común y que le compromete. Como hemos señalado, parte desde, es decir, hemos de entender y y realizar una lectura lineal y sistemática.Primero fijamos nuestra motivación y ex post seremos capaces de medir la productividad.
Interesante.
Una vez esbozada, pincelada la significación de dicho concepto, hablemos ahora de la productividad, no de la máquina ( hora máquina) no de los recursos, no de la tecnología. Hablemos de la productividad: hora hombre.
¿Somos en realidad capaces de medir nuestra productividad? ¿Estamos convencidos de que podemos delimitar cual puede ser nuestro verdadero rendimiento? ¿Es cierto que si un abogado trabaja 8 horas y obtiene 5 contratos podría tener una productividad de 5/8 contratos-hora?
Asisto desde hace un tiempo a uno de las mayores y mejores escenarios sobre el concepto de la productividad y su estrecha vinculación con la crisis por la que atraviesa Europa y ; en general podría atreverme a señalar que desde allí, se pueden derivar explicaciones fehacientes sobre la situación actual del mundo que nos arrastra en sus giros diarios, si nos aferramos a la noria de la " nutación" .
La productividad de un trabajador o labor refleja una respuesta directa que parte desde su propia motivación. Tener un motivo. Algo que genera un movimiento. Antónimo de quietud. ( Algo así nos dejó Albert Einstein : No esperes resultados distintos si sigues haciendo lo mismo ) Algo que se mueve, va hacia un sitio. Se dirige a otro lugar. Diferente.
Es la manera en la que se materializa su modo de validarse como parte de un objetivo común y que le compromete. Como hemos señalado, parte desde, es decir, hemos de entender y y realizar una lectura lineal y sistemática.Primero fijamos nuestra motivación y ex post seremos capaces de medir la productividad.
El error se origina cuando pretendemos evaluarla y cuantificarla, sin ni siquiera atender al vínculo que ese trabajo o actividad tiene con su motivación personal. En la gran mayoría de los casos dicho punto de partida se erige desde responsabilidades sociales como la familia, la supervivencia, y la inclusión social que el statu quo nos impregna diariamente.
Sin embargo- a nivel empresarial - a medida que se distancian las motivaciones personales y la finalidad de la organización, resultará imposible poder fiarnos de tan impoluto indicador.
¿Cómo podríamos medir la productividad de un pintor? ¿ De qué manera vincularíamos el trabajo de un albañil a la motivación que tiene por poner el siguiente ladrillo?.
Y es ahí donde el resultado es un planeta dividido, fraccionado y enfermo por la inconsciencia y el mal uso de dichos ratios.
Sin embargo- a nivel empresarial - a medida que se distancian las motivaciones personales y la finalidad de la organización, resultará imposible poder fiarnos de tan impoluto indicador.
¿Cómo podríamos medir la productividad de un pintor? ¿ De qué manera vincularíamos el trabajo de un albañil a la motivación que tiene por poner el siguiente ladrillo?.
Y es ahí donde el resultado es un planeta dividido, fraccionado y enfermo por la inconsciencia y el mal uso de dichos ratios.
Hoy, la Unión Europea intenta ingeniárselas para poder rescatar a países que casualmente deben su economía a sectores donde la motivación puede resultar más difícil de conectar con la finalidad de las empresas y organizaciones.
Tejidos y estructuras económicas basadas en la mano de obra poco cualificada que son especialmente vulnerables a los vendavales y vaivenes de apogeos y declives financieros.
Además de una falta de concepción del significado de competitividad, quizás la productividad sea una leyenda para ellas.
Tejidos y estructuras económicas basadas en la mano de obra poco cualificada que son especialmente vulnerables a los vendavales y vaivenes de apogeos y declives financieros.
Además de una falta de concepción del significado de competitividad, quizás la productividad sea una leyenda para ellas.
Por tal motivo no esperemos que las potencias emergentes puedan mantener el control de sus crecimientos siendo indiferentes a la vital importancia de conectar los objetivos empresariales con las motivaciones individuales de sus trabajadores.Si , de acuerdo, hay crecimiento, pero fijémonos en las alarmas de niveles de productividad, competitividad e inversión en formación e I+D. Empiezen por destinar fondos al desarrollo, a la formación, a la capacitación, apostando por nuevas alternativas.
De lo contrario, todo el maquillaje macroeconómico derivado de magnitudes que genera el PIB , son una peligrosa falacia.
De lo contrario, quizás la tormenta de la inflación y la peste de la especulación inmobiliaria, pueda llegar a asolar nuevos horizontes asiáticos o sudamericanos.
De lo contrario, volveremos a quejarnos de potencias capitalistas que abusan de los débiles recursos lationamericanos explotando sus minas, empleando sus tierras, y demás lloriqueos cobardes y cortoplazistas.
De lo contrario, todo el maquillaje macroeconómico derivado de magnitudes que genera el PIB , son una peligrosa falacia.
De lo contrario, quizás la tormenta de la inflación y la peste de la especulación inmobiliaria, pueda llegar a asolar nuevos horizontes asiáticos o sudamericanos.
De lo contrario, volveremos a quejarnos de potencias capitalistas que abusan de los débiles recursos lationamericanos explotando sus minas, empleando sus tierras, y demás lloriqueos cobardes y cortoplazistas.
Por lo pronto, a título individual, sepamos que antes de auto demandarnos resultados, hemos de clarificar de manera precisa y detallada cada una de nuestras motivaciones. Es un paso previo a la delimitación de objetivos y plazos para conseguirlos.
Desde el método propuesto en la R.E.A entendemos que siempre existe una motivación en la actividad del trabajador. El problema surge cuando dicha motivación inicial no está adecuadamente establecida.
Un barrendero tendrá causas, más no motivaciones añadidas e imperativas (familia, hijos, necesidades) que se establecen al margen de la motivación. Ésta será la de mejorar, conseguir ser más eficiente. Identificar sus destrezas y potenciar sus cualidades como barrendero. Establecer planes de actuación y de mejora continua. Posteriormente podrá fundar una organización de barrenderos y trasladar esa eficiencia a la sociedad. Y simplemente avanzar siendo indiferentes al subdesarrollado e inexistente concepto que la sociedad propone como límites que llegan a frenar las potenciales iniciativas de cada uno.
Si dicho barrendero se encuentra en un país que está sumergido en la pobreza y puede justificar su limitación como una ausencia de oportunidades, realmente deberá agradecer a su suerte el encontrarse en un escenario donde existe un ingente nicho de mercado de problemas-oportunidades que atender, y desde donde empezar a trabajar.
La Reestructuración de los Estados Americanos pasa por trasponer conceptos acerca de las delimitaciones ilusorias que establece la sociedad. Empieza por contemplar vacíos de ideas emprendedoras como nuestro amigo << el barrendero >> que poco a poco se irán cubriendo y abordando de manera progresiva, al ritmo de la misma melodía en el que iniciemos la comprensión de que, despojarnos de valores trasnochados de autocomplacencia, es una canción que va llegando a su fin.
" Donde está nuestro error sin solución, fuiste tu el culpable o lo fui yo, ni tú ni nadie , nadie , puede cambiarme"
Alaska
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