Hice ya hace unos veranos una comparación sobre testimonios entre percepciones sobre un lugar y otro. Sobre cómo eran “aquí” y como eran “por allá”. Y concluí que todo es inmensamente relativo, pero siempre deberemos extraer del desorden alguna idea que posea linealidad, sentido y aprovecharse de ella.
Desde que encontré un estrecho y estratégico vínculo entre las autoridades educativas y económicas en las sociedades del conocimiento siento que no hay tiempo que perder. Y espero luchar para aunar ambos ministerios y trabajar desde un mismo punto de referencia. Con unas de las tasas más altas de abandono escolar, nos obligamos a hacer una reflexión sobre el problema de la educación.
Y continuo, cayendo en un desolador abismo de aflicción y pesadumbre al asistir a una clase. Festival de dogmatismo obsoleto y trasnochado que alimenta la inmotivación de universitarios a los cuarenta y cinco minutos de poner los codos sobre las mesas. Proyectores enloquecidos por Power Points. Pizarras que se cuestionan cada vez más su razón de ser. Y un claro reflejo de la propia realidad de la sociedad en cada una de las aulas. ¿Y esto para qué me sirve?
La realidad en un porcentaje alto de clases impartidas-no todas- cumple un aforo de asistencia por la propia finalidad de su causa. La oferta crediticia es esta:
<< Asiste y apunta. Copia en la memoria y resuelve. Pégalo en el examen y aprueba. Licénciate en esta: tu Universidad del Conocimiento >>
Declaro sobremanera acerca de la estructuración de los objetivos de asignaturas teóricas que piensan envolver su puesta en práctica con ejemplos inmortales que no sufren el paso de los años. Docentes que ni si quiera se plantean alentar el espíritu crítico de los alumnos por que ya se rindieron. Universidades que proponen una metodología que cada vez más cercena la capacidad innovadora de los alumnos diciéndoles cómo son los mercados en competencia perfecta.Perdónalos por que no saben lo que hacen Amartya Sen. Instituciones invidentes de la fuerte relación que existe entre una educación tangible y material y el ritmo y bienestar económico de sus sociedades. Y un gobierno que espera resolver la crisis educativa diciéndoles a los adolescentes si está bien o está mal abortar o la inmoralidad en el matrimonio homosexual.
Y lo que no concibo -renuncio a hacerlo -es que nadie levante la mano y lance con total libertad un “no estoy de acuerdo” o un “yo creo que”, “a mí me parece que”; “yo propondría esto de esta manera”.
Y eso es el resultado de una malformación educativa y social que convive conjuntamente con la ingente brecha que existe entre lo que la sociedad pide de ti, y lo que te dicen que te va a pedir y cómo proponen prepararte para vivir en ella. Una formación escolar pensada para un rebaño de esponjas que no poseen filtros. Y más Zaratrustas que eternamente retornan a lo mismo.
Y eso es el resultado de una malformación educativa y social que convive conjuntamente con la ingente brecha que existe entre lo que la sociedad pide de ti, y lo que te dicen que te va a pedir y cómo proponen prepararte para vivir en ella. Una formación escolar pensada para un rebaño de esponjas que no poseen filtros. Y más Zaratrustas que eternamente retornan a lo mismo.
La dificultad, volviendo siempre al mismo punto de partida, radica en la cegera en el horizonte temporal de las autoridades en valorar los beneficios de una sociedad bien y estructuralmente educada.
El planteamiento propuesto desde los cimientos de la R.E.A parte de una reforma en la percepción de la educación y se fundamenta de manera genérica en los siguientes puntos:
- Un exquisito cuidado por el personal docente en su formación y remuneración. Un profesor es más importante que un juez.
- Una educación basada en la metodología de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
- Una sofisticación máxima en la inversión y cuidado de los medios y herramientas de los alumnos.
- Una educación pluralizada que identifique capacidades tempranas, las pondere y potencie en todos sus niveles.
- Una educación obligatoria completamente gratuita que se inicie desde el año 3.
- Una educación que introduzca y establezca de manera permanente la rentabilidad de valores colectivos y el largoplacismofrente al individualismo en todos sus ámbitos con ejemplificaciones numéricas más no éticas.
- Una ponderación del multilingüismo tanto a nivel práctico como de intercambio cultural que plantee otras realidades y permita hacer comparaciones y juicios autocríticos en favor de la autoconcepción de cada uno en el mundo.
- Una supresión de todo aquello que no suponga un valor añadido a la formación y sea útil para el individuo y su sociedad.
- Una mayor valoración de la cultura y las artes equiparando éstas a niveles semejantes a temáticas prácticas.
- Un pragmatismo exacerbado y obsesivo.
Las decisiones acertadas en materia de innovación, medidas sociales, derecho y legalidad, economía y
política serán siempre, y sobre todo, una consecuencia de una sociedad seria y realmente educada. Nunca una causa ni un punto de partida.
Imaginar y concebir la educación a corto plazo es casí tan estúpido como medriocre y demagógico.
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