lunes, 7 de mayo de 2012

El Taxista tuerto




Diálogo. Debate. Exposición de pareceres y sentires y diremes.  Opiniones.  Puntos de vista., vistos de distintos puntos. La clase más apasionante empieza por dar comienzo a la semana

Ad portas de delinear con trazo indeleble las sendas por las cuales espero enviar  al carrito de mis nostálgicas y trasnochadas intenciones ; de validar en un horizonte temporal, aquello que me venció y estoy convencido es así, vuelvo a caerme-como Alicia en el pozo-  en un sin tiempo de reflexión, y me convierto nuevamente en navegante.

El debate sobre la realidad del deber de defender los intereses inviduales y/o los intereses colectivos, cobra relevancia y puede permitirme soñar en que mi generación tendrá algún aliciente en saber decidir y poseer criterio para dar una opinión.Responsable y a la altura.

Aún no he dicho todo lo que sustenta la mayor parte de este discurso: la Rentabilidad del Largoplazismo ( así lo llamaré como la Rentabilidad de los Valores, la R.E.A  y la Revolución Educativa, que serán en conjunto el marco en el cual se moveran estas ideas ) conecta, aparece, aflora  de un modo contundente con la eficacia de la reflexión y el debate.



¿ Por dónde empezamos ? Parece ser que nos vemos obligados a ir o hacia una dirección u otra, como un taxista. O estoy a favor del bienestar colectivo, o en materia educativa, en beneficios de salud pública, o rotundamente soy pro y defensor de los intereses individuales.

Estados Unidos, un ejemplo idóneo en favor de los intereses individuales, recae en una virtud que si se me permite, la bautizare como virtud tuerta, ( con permiso de los tuertos) acerca del modelo social que promulga desde su congreso y constitución.

Virtud en el sentido de que la propia meritocracia, encaja plenamente con las proposiciones Darwineanas , donde el funcionamiento natural de la vida y los ecosistemas estaban dentro de un proceso continuo de adaptación  a su entorno y mejora. Sólo sobrevivirá el más fuerte y quien sea capaz de adaptarse a su entorno. Igual que los mercados. Igual que las empresas. Igual que las jirafas.

Y tal modo, trasladadoa  mi amor por las analogías , se traduce en " el juego de la silla " dónde las sillas son oportunidades, beneficios sociales, acceso al crédito, a la seguridad social y a la educación.Sea usted veloz, este atento y no se deje llevar por la música y su hermosa melodía.

La sociedad mejora, se recrea, se adapta, compite sobre si misma, pero bajo un modelo  que no permite ver toda la trazabilidad de su propio funcionamiento.( Vease todo el ciclo de los ordenadores y cómo multinacionales como I.B.M emplean a paises africanos, como vertederos de sus impresoras, que  se recrean y adaptan mediante drivers  ,relegando a la obsolecencia de tu druckmaschine antes de que tes cuenta ). Las externalidades de exclusión cada vez más rápido, llegarán de modo contraproducente sobre su propia línea de producción, y se revertirá adquiriendo cualquier forma.


Aunque la defensa de los intereses individuales y la meritocracia puedan mantener a las sociedades en un estado álgido en términos competitivos y de primer nivel, en tal sistema coexiste una obligación de evaluar la sostenibilidad << largoplazar >> las decisiones.Y empezar por emplear herramientas legislativas que permitan compaginar ambas vías convergiendolas en una sola : intereses individuales y colectivos.

Es un sólo recorrido. Uno sólo.


Malrc ®



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