Se acaba el día. Se acaba la semana. Se acaba la última página del libro de George Orwell << Rebelión en la Granja >>. Se acaba la clase de Teatro. Se acaba la clase de Dirección Financiera. Se acaba la última tiza. Se acaba el camino. Se acaba la canción de Damian Raice . Se acaba mi té de mate digestivo. Se acaba mi último argumento para auto justificarme ante mi mismo que puedo presumir de haberme esforzado en fundirme en la voluntad de mejorar frente al día de ayer. Pero termino siendo benevolente y me dejo " dormir"
Y el intentar hacer un compendio del día, me permite reflexionar sobre la concepción de lo positivo y negativo de lo << relativo >>. Leo al profesor Josep Muñoz en su obra " Prohibido Pensar" ensayar sobre la indiferencia, como en primer antónimo del amor. De la facultad del ser humano para prejuzgar , pre-juzgar, como un virus que actúa antes que nuestro cerebro-sistema operativo-procese la información que la realidad nos revierte hacia las pupilas, y empiezo a sentir la esencia de la inminente sensación de poder encontrarme con el verdadero concepto de locura.
Y es así. La contingencia y mi " variabilidad " al opinar me permiten decirlo. Fechemos y situémonos. Hoy creo esto y lo diré.
Hablar de la locura parte de una connotación peligrosa. Atrevida y seductora. Polémica. Interesante y propensa a crear disidentes y desertores. Animada, pero carente de linealidad. El comportamiento libre e impredecible.¿ Qué es estar loco/a?.
Una vez de atender a las propuestas de académicos. Reflexivos y "senex" hijos de sus propias experiencias y paridos del tiempo, empiezo a entender la inteligencia de la estupidez de la gran mayoría.
Esto no es una crítica. Es un diálogo interno.
En este instante, como resultado de un proceso de reflexión-auto interrogación desde las ventajas de lo pragmático, entiendo la inteligencia de la estupidez como el hecho de ser estúpido al parar a reflexionar e intentar conmoverte por una idea de realidad que es ilusoria.
Primero. Me fijo en las personas que cogen sus coches (autos: carros: vehículos) diariamente. Me fijo en sus semblantes. Y juro poder entender que en 75 % de la muestra, la expresión los delata. Viven empujados por el propio ritmo social. Por la firme aguja del reloj que aún -pero lo hará-marca las ocho de la mañana. Por la continuidad de la morfología que se espera del día. Y será así. El reloj sólo se limita a dar vueltas. Somos nosotros quienes atendemos a los números. A ellos los llamaremos los "empujados", definiéndolos como << seres inertes que son llevados por la corriente social y las intermitencias de la actualidad; la cual dictamina sus: temas de conversación, perspectivas de vida, decisiones, actuaciones, estados de ánimo. Mantienen el ritmo. Son alimentados por él y dan vueltas o también llamadas obligaciones, durante el día>>.
Más allá. Acudo al gimnasio y me topo con un rebaño de ovejitas, como las de Orwell. Blancas y berreones. Desde Niestche me doy cuenta que aquel grán filósofo machista-misógino y bigotudo, tenía razón. Les explico: Voy al gimnasio diariamente. Existe en teoría un lugar donde las personas de puede pensar que está habilitado para estacionar sus vehículos. Frente al centro deportivo. Bien. Exactamente a la misma distancia, pero de un supermercado, está la misma oportunidad materializada en plaza de aparcamiento. Únicamente - lo que resulta obvio- es que se " podría asociar" a un espacio reservado para << otros usuarios>>. Y sin embargo. Todos , todos, todos los días, sabiendo que son equidistantes y está legalmente permitido estacionarse, se mantienen en cuadrículas mentales que les impide ver que simplemente por el hecho de que se trate de otra zona comercial, no puedan disponer y disfrutar de sitios vacios. Pero no. preferimos dar vueltas y vueltas y vueltas. Señores giremos a la izquierda. Hay más sitios en el mundo. Por Dios.-Le dije a ese hombre canoso y aquejado por que " aqui no aparca ni Dios, caguendiez" ¿ Por qué? Por que pertenecemos al segundo grupo que llamaremos << personas rebaño-sociales: seres completamente respetables que sumergidos en sus rutina son esclavos de sus hábitos y obnubilan alternativas por la opacidad de lo paralelo a la rectitud del día. >>
Y van y vienen. Ríen y sonríen. Soplan y ponen caras de seriedad. Reflexionan pero nunca reflexionan sobre sus reflexiones. Ya se flexionaron una vez. Están bien así. Quietecitas y bien flexionadas. ¡Yes!
Y todo ello. Procesado en la coctelera del "nowdays" me obliga a plantearme seriamente algo que quizás deba de dejar de infravalorar. ¿Y si se es más feliz indiferente? ¿Y si dejase que la rutina social actúe sobre mis decisiones y deba empezar a dejar de cuestionarme -o cuestionarla?. Y si realmente la mayoría es " mayoría" y no minoría.
Y todo ello. Procesado en la coctelera del "nowdays" me obliga a plantearme seriamente algo que quizás deba de dejar de infravalorar. ¿Y si se es más feliz indiferente? ¿Y si dejase que la rutina social actúe sobre mis decisiones y deba empezar a dejar de cuestionarme -o cuestionarla?. Y si realmente la mayoría es " mayoría" y no minoría.
Bien. Puede ser. Quizás mañana acabe otro día. Otra tiza. Otra canción. Otra clase de Dirección Financiera. Otro día.
Rescataremos a Grecia por segunda vez. Salvaremos el sistema financiero. No dejaremos de especular con SWATS. Desayunaremos la tortura de cuatro afganos frente al ejercito Israelí antes que Obama se queje de Europa cuando Leman Brothers ponía la primera gota a la laguna en la amnesia del presidente americano; y siete muertos en China, antes que la canciller Merkel haga de mamá de la eurozona; lo mezclo con la previsión del tiempo y estoy listo para empezar el día! ¡Soy una persona normal!
La locura posiblemente me de la libertad y el sentido a la reflexión de lo que como " loco" puedo decir. Esta es mi versión. Esta es mi canción
Creo en un país de bicicletas. Creo en una sociedad que invierta en educación de valores cívicos que hagan sostenible la convivencia de generaciones venideras. Creo que hay que empezar a compartir. Y hablar. Y contactar. Opinar. Y compartir otra vez. Siempre. Siempre.
Creo en el deporte como fuente de salud. Y la cultura como fuente de humanidad a quien no se sienta ser humano. Más idiomas. Más canciones. Muchos bailes y poesía cada día. Creo en la diversidad como prevención al egoísmo. Cero inversión en armamento. Más educación ética y no tanta matemática. Ni tanques ni pistolas. Ni soldados ni naciones.Más payasos y balones.Mas payasos; y balones.
Creo que si nos ponemos a pensar en como estamos pensando pensaríamos mejor.
Creo en un país de bicicletas. Un mundo de Locos montando bicicletas.
m.a.l.r.c
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